Ponerse las botas
¿Botas nuevas? ¿Llega el invierno? ¡No!
Los españoles nos ponemos las botas cuando comemos mucho (mucho a nivel boda o comida navideña). La razón se remonta a los orígenes de las propias botas, que al principio eran muy caras (¡grandes y de cuero!), y que solo se podían permitir los caballeros con posibles. Esos que también se podían permitir darse grandes atracones sin sufrir por su cuenta bancaria (o el equivalente de la época).